Futsal

Lo teníamos a tocar…


Era el partido decisivo y no estuvimos lo suficientemente acertados para llevarnos la victoria.
A veces es frustrante que debas jugarte toda la temporada en un solo partido, pero estas son las emociones de nuestro deporte.
Es cierto que no hemos tenido una temporada demasiado regular. Pero aún así, cuando al principio de la 2ª vuelta estábamos en lo más alto de la clasificación, creímos que podíamos seguir ahí, porque obviamente estábamos haciendo un gran trabajo.
Y de eso no tengo duda. Estoy muy orgulloso del trabajo del equipo, del compromiso de los jugadores y de su implicación tanto en los entrenamientos como en los partidos.
Todo ello nos ha permitido llegar hasta donde hemos llegado.
Comenzamos la temporada con un objetivo realista de no pasar apuros para salvar la categoría. Porque con un modelo de juego distinto, con un entrenador nuevo, con algunos jugadores jóvenes en fase de adaptación, no parecía lógico que debiéramos pensar en objetivos más ambiciosos.
Pero si te exiges, si trabajas, si avanzas con ideas de mejora, casi siempre sueles obtener resultados positivos.
Y así fue ocurriendo, que poco a poco nos situamos y mantuvimos en la parte alta de la clasificación hasta el tramo final de la competición.
Probablemente si esa irregularidad no se hubiera repetido en algunos partidos antes del sprint final, no habríamos llegado al partido del todo o nada.
Porque en el penúltimo partido de liga estábamos en la segunda posición, lo que nos daba acceso al ascenso de categoría.
Pero nos faltaba ese penúltimo partido en el que teníamos que defender la segunda posición frente al tercer clasificado, del que tan sólo nos separaba un punto.
Finalmente, no estuvimos acertados…sobre todo con ese gol siempre necesario, y la derrota nos impide depender de nosotros en la última jornada para conseguir aquello que parecía imposible al principio, y que ahora se nos antoja que quedarnos sin ello es mucho castigo.
Pero viendo como este empujón de motivación ha ayudado al club y al equipo a mejorar en su trabajo, en su autoestima y en definitiva en su realidad, debemos sentirnos satisfechos de lo conseguido.
El inconformismo nos hace siempre mejores…a todos.

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